La importancia de elegir un restaurante de comida saludable
Si cada día comes de restaurante por el trabajo, escoger bien donde ir es fundamental. Intenta evitar las cadenas de comida rápida y los restaurantes que ofrezcan muchos fritos y platos grasos en su menú o carta, y opta por aquellos más saludables con menús a base de ensaladas o verdura, carnes y pescados blancos y técnicas de preparación más ligeras (platos al vapor, a la plancha o bien hervidos). Aunque no seas vegetariano, los restaurantes de este tipo también son una muy buena opción, ya que suelen incluir alimentos sanos y saludables en sus menús y métodos de preparación que favorecen la digestión.
¿Qué debo escoger de la carta o del menú para evitar el ardor de estómago?
Antes de meternos de lleno en la pregunta del millón, un apunte importante: intenta no llegar a la hora de la comida con mucha hambre porque, de lo contrario, te será difícil escoger platos poco calóricos y que vayan bien para evitar el reflujo y la acidez. Lo mejor es picar algo saludable a media mañana (una pieza de fruta, una zanahoria o frutos secos, por ejemplo) para llegar al almuerzo sin morirte de hambre.
Y ahora sí, llegada la hora de comer, veamos qué es lo más indicado para el estómago: las cartas o menús de los restaurantes suelen cautivarnos con suculentas propuestas, pero estas no siempre son demasiado saludables, especialmente si tenemos problemas digestivos como reflujo o acidez. ¿Qué comer con ardor de estómago, entonces? A continuación, sigue un listado de recomendaciones (válidas también si vas de vacaciones y comes fuera a menudo):
- escoge alimentos contra la acidez: es decir, aquellos que no irritan la mucosa gástrica y permiten hacer una buena digestión.
- opta por alimentos magros en lugar de grasos: las comidas con poca grasa (carnes y pescados blancos) serán una buena idea, así como las ensaladas (sin salsas calóricas) y las verduras con poca fibra.
- evita los platos condimentados, aquellos con alimentos procesados y las frituras, más pesadas para el estómago, y decántate por platos cocinados al vapor, a la plancha o hervidos, ya que estas técnicas de preparación son más ligeras y ayudan a evitar el reflujo.
- elige una guarnición saludable a base de verdura o ensalada, en lugar de patatas fritas u otros alimentos grasos.
- escoge una cena ligera: si, en lugar de un almuerzo, tienes una cena de trabajo, recuerda que las mejores cenas para evitar el reflujo y la acidez son aquellas ligeras, sin carbohidratos, salsas y frituras. Por la noche estamos más inactivos, hecho que dificulta la digestión y favorece la pesadez, de modo que deberás tenerlo en cuenta a la hora de elegir la comida.
- opta por los postres más saludables: aunque unos postres caseros del menú o de la carta a base de natillas, torrijas, flan o arroz con leche, por citar algunos, son muy apetecibles, es mejor que escojas una pieza de fruta o una macedonia. Algún día puedes permitirte una excepción, pero como norma evita los postres más dulces y elaborados. En cuanto a los lácteos, recuerda que pueden no sentar demasiado bien al estómago porque tienen caseína, una proteína que, en lugar de neutralizar el ácido gástrico, lo estimula. En consecuencia, un yogurt para la acidez quizás no sea la mejor opción, a no ser que sea bajo en grasa.
¿Qué bebidas tomar si tengo reflujo?
Y ahora que ya tienes claro que es lo que más te conviene comer, otra pregunta frecuente: ¿qué bebidas tomar para el reflujo? Sin duda, la mejor bebida es el agua; ni vino, ni bebidas gaseosas, ni otros refrescos. Recuerda que el alcohol actúa como un desencadenante del reflujo estomacal al irritar e inflamar la mucosa gástrica, de modo que debes evitarlo siempre que puedas. El café es otra de las bebidas desaconsejadas para los problemas digestivos, así que puedes optar por una manzanilla para el reflujo u otras infusiones (de anís estrellado, menta poleo, salvia, melisa o hierbaluisa, excepto menta y hierbabuena). Tómala templada, ya que las bebidas demasiado calientes irritan el estómago.
Si comes de restaurante a menudo, evita los alimentos condimentados, las frituras y las salsas y bebe agua, en lugar de alcohol y café.
Otros consejos vinculados a la alimentación para evitar los problemas digestivos
Además de estar muy atentos a qué escogemos de la carta o el menú, también es importante tener en cuenta otros consejos para combatir el reflujo y la acidez:
- toma un protector gástrico por la mañana: los medicamentos inhibidores de la bomba de protones pueden resultarte de gran ayuda para combatir la acidez estomacal que puede provocar comer cada día fuera de casa. Estos fármacos actúan bloqueando la producción de ácido en el estómago, que es el que irrita el esófago cuando este sube por el tubo digestivo y produce la sensación de ardor en el pecho y, a veces, regurgitación. No olvides tomarlos por la mañana para estar protegido las 24 horas, pero no de forma habitual, sino solo puntualmente (por ejemplo, si sabes que ese día especialmente te espera una comida más pesada).
- come lentamente y mastica bien.
- intenta caminar un poco después de comer para favorecer la digestión: si puedes volver al trabajo a pie en lugar de hacerlo en vehículo privado o en transporte público, opta por caminar un poco y bajar la comida; mantenerse activo es esencial para no tener reflujo y no coger peso, otro de los factores que favorecen los problemas estomacales.
- prepara una cena ligera: si sueles comer de restaurante, compénsalo con cenas frugales con alimentos antiacidez. Recuerda que la acidez estomacal suele empeorar por la noche por la posición que adoptamos al dormir y la inactividad, de modo que lo mejor es intentar prevenirla con cenas ligeras.
Conclusión
En resumen, sabemos que si comes fuera de casa a menudo por el trabajo, no siempre puedes comer lo que te apetece o lo que tu estómago te pide. Sin embargo, si aplicas algunos consejos puedes evitar tener reflujo y acidez tras la comida, poniendo mucha atención a qué eliges, a no comer más de la cuenta y a tomar un protector gástrico si prevés que te espera una comida copiosa. También se recomienda caminar un poco después de comer para favorecer una buena digestión y preparar una cena frugal para compensar posibles excesos. Si cada día sabes que comes fuera y que tienes tendencia a los problemas digestivos, ¡¿mejor evitártelos, no crees?!