¿Qué es la acidez estomacal nocturna?
La acidez estomacal puede producirse en cualquier momento del día, pero a menudo aparece por la noche porque la posición que adoptamos al dormir, sumada a ciertos malos hábitos alimenticios, la favorecen. La acidez estomacal nocturna consiste en el ascenso de los ácidos estomacales derivados de la digestión por el esófago. Estos ácidos irritan el canal esofágico, provocando una sensación de ardor en el pecho, e incluso a veces regurgitación. En este último caso, el contenido estomacal sube por el esófago, causando un sabor agrio o amargo en la boca y malestar. En ocasiones, la acidez estomacal empeora durante la noche, hecho que impide descansar a la persona que la padece y afecta su rendimiento y nivel de energía. Si esta situación se repite con mucha frecuencia puede terminar dando lugar a patologías digestivas como la esofagitis o la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), entre otras.
Causas principales
El esfínter esofágico inferior (EEI) es un anillo muscular ubicado en el tramo del esófago que se une con el estómago. Permite la entrada de alimentos al estómago y se cierra después de que la comida pase para mantener el ácido del estómago fuera del esófago. Cuando nos acostamos, la posición horizontal que adopta el cuerpo puede provocar que el esfínter se relaje y no funcione correctamente, permitiendo que el ácido gástrico suba por el esófago. Este paso del ácido del estómago al esófago es el reflujo ácido y el dolor causado por el ácido que irrita el esófago se conoce como acidez estomacal. Anteriormente hemos comentado que este fenómeno suele producirse con más frecuencia por la noche, pero para ser exactos más bien deberíamos decir que la acidez estomacal puede aparecer en cualquier momento del día en que estemos en posición horizontal, ya sea echándonos una siesta, descansando en el sofá o en la cama, o practicando ejercicio físico en esta postura.
¿Qué factores pueden favorecerla?
Ciertos malos hábitos alimenticios pueden favorecer la aparición de acidez estomacal nocturna, desde ingerir determinados alimentos (ácidos, picantes, etc.), que estos estén demasiado calientes o hacer comidas copiosas pocas horas antes de ir a dormir. Tal como hemos señalado con anterioridad, si adoptamos una posición totalmente horizontal al acostarnos también favoreceremos el reflujo gastroesofágico y lo mismo ocurrirá si fumamos o bebemos alcohol durante la cena. Si, a estos factores de riesgo, le sumamos alguna patología digestiva (hernia de hiato, incompetencia del cardias u otras afecciones), estrés o ansiedad, o embarazo también tendremos más predisposición de sufrir acidez estomacal nocturna.
La posición horizontal que adoptamos al dormir favorece que el ácido gástrico suba por el esófago y tengamos acidez estomacal.
Remedios para evitar la acidez nocturna
Ahora que sabemos en qué consiste la acidez nocturna y qué la provoca, podemos adoptar una serie de medidas para evitarla, tales como:
- tomar un protector gástrico por la mañana: un remedio que puede resultar de gran ayuda para combatir los ardores tanto durante el día como la noche es tomar un protector gástrico mañana para impedir la producción de ácido gástrico y estar protegido las 24 horas del día. Recuerda que no debes tomarlo de forma habitual, solo si prevés que harás una comida copiosa o con alimentos que puede que no te sienten demasiado bien.
- preparar comidas ligeras a base de alimentos sanos y fáciles de digerir. Algunas de las cenas para evitar el reflujo nocturno incluyen verduras, pescado blanco, sopas o cremas, en lugar de platos grasos, frituras y salsas, más pesadas para el estómago. Puedes consultar aquí algunas recetas rápidas contra la acidez para variar tus platos habituales.
- vigilar las raciones: debemos evitar las cenas copiosas; si tenemos que hacer una comida abundante, lo mejor es hacerla al mediodía para poder hacer una buena digestión. Si estamos de vacaciones y tenemos acidez, esto es especialmente importante, ya que en este periodo no solemos seguir unos horarios regulares y tendemos a comer más de la cuenta.
- evitar ciertos alimentos que causan acidez, como el picante, los cítricos, los alimentos procesados y ricos en grasas, las bebidas con gas, los zumos ácidos, el café y el alcohol y las comidas muy condimentadas.
- cenar un par o tres de horas antes de acostarse: además, durante este tiempo se recomienda mantener una posición erguida sin agacharnos o tumbarnos para evitar el reflujo gastroesofágico.
- comer lentamente y masticar bien la comida para favorecer una buena digestión y no sufrir ardor de estómago por la noche.
- evitar llevar prendas que opriman el abdomen: de este modo, liberaremos la presión abdominal y favoreceremos una buena digestión.
- elevar la cabecera de la cama: si inclinamos unos quince centímetros la cabecera de la cama, reduciremos la posibilidad de que el contenido del estómago vuelva al esófago, ya que en esta posición el cuerpo no está totalmente horizontal, sino que la cabeza y la parte superior quedan por encima del estómago. Para ello, podemos poner unos libros o bloques de madera debajo de las patas de la cama o una almohada con forma de cuña bajo el colchón. Es importante recordar que dormir con almohadas extra no es una medida eficaz, porque pueden moverse durante la noche.
- dormir sobre el lado izquierdo: muchas personas se preguntan de qué lado dormir para evitar el reflujo; la respuesta es sobre el lado izquierdo. Varios estudios científicos han demostrado que, al colocarnos en esta posición, el esfínter esofágico inferior queda sellado y se evita el reflujo esofágico, mientras que al hacerlo sobre el lado derecho se facilita el tránsito del ácido gástrico. Si tenemos acidez en el embarazo, dormir en esta postura también nos ayudará a no tener reflujo; además, permitirá una mayor y mejor irrigación de la placenta, puesto que evitará que el útero presione la vena cava (que es la que devuelve la sangre al corazón), la columna vertebral, la musculatura de la espalda y el hígado.
Conclusión
En conclusión, para evitar la acidez estomacal nocturna y los síntomas que provoca, pon mucha atención a tus hábitos alimenticios (tipo de alimentos, horarios, forma de comer, etc.). También será muy importante elevar la cabecera de la cama para que la cabeza y la parte superior queden por encima del estómago, acostarte sobre el lado izquierdo y llevar prendas holgadas que no te estriñan el abdomen, entre otros consejos. Si el reflujo no te deja dormir, combátelo con estas sencillas pero efectivas acciones… ¡y verás cómo pronto recuperas el sueño!