Cómo prevenir el reflujo gastroesofágico en vacaciones.

Causas más comunes de la acidez estomacal en vacaciones

Entre las causas más frecuentes del ardor de estómago durante las vacaciones, debemos enumerar los siguientes factores:

• Desorganización horaria: en vacaciones no solemos mantener ninguna rutina; más bien al contrario: solemos comer a deshoras, de forma desordenada y a menudo picamos entre horas. También es frecuente comer o cenar tarde y alargar las sobremesas.
• Comidas con alimentos que provocan acidez: del mismo modo que no solemos prestar demasiada atención a los horarios, tampoco lo hacemos con lo que comemos. En vacaciones no acostumbramos a fijarnos si seguimos una dieta saludable y equilibrada, sino que solemos guiarnos más por lo que nos apetece, tomando a veces alimentos que causan acidez. Si viajamos a países lejanos con costumbres gastronómicas distintas a las nuestras, es fácil que probemos nuevos platos que no nos sienten demasiado bien o no nos convengan para la acidez estomacal.
• Hábitos tóxicos: el relax de las vacaciones a veces se traduce en un aumento de algunos hábitos tóxicos, como fumar o beber, especialmente si salimos por la noche.

Cómo prevenir la digestión pesada y la acidez estomacal

A continuación, siguen algunos consejos sobre alimentación, actividad física y estilo de vida para combatir la acidez en los periodos vacacionales:

• Procura mantener un cierto orden dentro del desorden: sabemos que en vacaciones es más difícil mantener una rutina, pero en la medida de lo posible intenta mantener unos horarios regulares y no hacer constantemente comidas desordenadas y a deshoras, porque estas a menudo acarrean malas digestiones, acidez de estómago y pesadez. Esto es especialmente importante por la noche, ya que las cenas copiosas y la ingesta de ciertos alimentos pueden agravar los síntomas de la acidez y afectar la calidad del sueño. Si te alojas en un apartamento, será más fácil mantener un cierto orden y cocinar alimentos que van bien para no tener reflujo.
• No te excedas en las comidas: aunque es muy apetitoso comer de restaurante, probar nuevos sabores y tomar helados o refrescos para combatir el calor a cualquier hora del día, recuerda que luego todo esto pasa factura. Lo mejor es moderarse en las comidas, degustando nuevas propuestas culinarias y permitiéndote algún capricho, pero sin excesos. Opta también por cenas ligeras, ya que las comidas copiosas suelen empeorar la acidez estomacal nocturna.
• Vigila qué comes y cómo lo comes: si sufres acidez estomacal, probablemente ya hayas observado qué alimentos te van bien y cuáles no. Intenta evitar el picante, los cítricos, los alimentos procesados y ricos en grasas, los platos muy condimentados, la comida rápida, los alimentos flatulentos, los dulces y los azúcares. Por el contrario, prioriza el consumo de cereales integrales, frutas frescas con piel, vegetales crudos y legumbres. Al comer, no olvides que es importante hacerlo lentamente, masticando bien y, si puedes escoger, elige platos al vapor, al horno y a la plancha, en lugar de las frituras. Otro factor a tener en cuenta es que las comidas templadas van mejor para el estómago que las que están demasiado calientes, ya que el exceso de temperatura inhibe la función protectora de la mucosa gástrica y puede provocar acidez.
• Hidrátate constantemente: con el calor es esencial beber agua a diario y en cantidades suficientes, sobre todo si realizamos grandes esfuerzos (una excursión a pleno sol, práctica de deportes exigentes, turismo urbano, etc.). Lleva siempre contigo una botella de agua y ves bebiendo aunque no tengas sed, ya que beber agua es bueno para el reflujo y para combatir la deshidratación. Intenta tomar agua en lugar de otras bebidas, como los refrescos con gas, los zumos ácidos, los cafés y tés.
• Toma un protector gástrico por la mañana: los medicamentos inhibidores de la bomba de protones pueden resultarte de gran ayuda para combatir la acidez estomacal que causan las comidas copiosas o ciertos alimentos y bebidas. Estos fármacos actúan bloqueando la producción de ácido en el estómago, que es el que irrita el esófago cuando este sube por el tubo digestivo y produce la sensación de ardor en el pecho y, a veces, regurgitación. No olvides tomarlos por la mañana para estar protegido las 24 horas, pero no de forma habitual, sino solo puntualmente (por ejemplo, si sabes que comerás varios días de restaurante).
• Recuerda que las prisas son malas consejeras: a menudo los viajes implican prisas, maletas a última hora e imprevistos que pueden generarnos estrés. Evidentemente no podemos controlarlo todo, pero como el estrés y la ansiedad son factores que pueden causar acidez estomacal o agravarla, intenta evitar la tensión y las prisas de última hora. Prepara el viaje con tiempo, poniendo atención a la ruta, las reservas de alojamiento, los billetes, la documentación necesaria y todo aquello que puedas anticipar.
• Adopta unos buenos hábitos al dormir: si sufres reflujo nocturno, lo mejor es dormir con la cabecera de la cama elevada y sobre el lado izquierdo. De este modo, evitarás que el ácido gástrico refluya por la noche y puedas descansar.
• Mantente activo: si bien tumbarse en la playa o la piscina y tomar el sol es muy apetecible, practicar ejercicio es muy importante para tu salud digestiva. Procura caminar regularmente, practicar algún deporte y subir por las escaleras en lugar de coger el ascensor para combatir el sedentarismo y estimular el tránsito intestinal en estos días de relax.
• Intenta evitar los hábitos tóxicos: fumar y tomar alcohol favorecen el reflujo gastroesofágico. El tabaco inhibe la saliva (la responsable de combatir el ácido estomacal y de encargarse de mantener la boca y la garganta hidratadas) y relaja el músculo que separa el esófago del estómago; igualmente, la acidez y el alcohol también están muy relacionados, ya que este actúa como un desencadenante del reflujo estomacal.

Conclusión

Resumiendo, si te vas de vacaciones y sufres acidez estomacal vale la pena seguir algunos consejos para no agravar el problema y poder disfrutar del merecido descanso. En primer lugar, a pesar de que en este periodo no solemos mantener ninguna rutina, intenta seguir unos horarios, poner atención a qué comes y bebes (evita los alimentos que causan acidez y el alcohol y las comidas copiosas) y comer lentamente y masticando bien. También será importante que te hidrates mucho, te mantengas activo y evites los hábitos tóxicos en la medida de lo posible. Ya sabemos que estamos de vacaciones, pero puestos a disfrutar, ¡¿ahorrémonos los problemas digestivos, no crees?!